sábado, 4 de julio de 2015

No dejes que nadie piense por ti: no dejes que te alimenten las grandes empresas

Es decepcionante comprobar cómo poco a poco vayas a comprar lo que sea y te dan un producto de muy baja calidad y la gente se vaya conforme de que le han dado lo que iba buscando sin pararse a pensar qué realmente le han dado.
En la alimentación simplemente vamos, compramos y confiamos en que el sistema haya funcionado a la perfección y nada que pueda dañarnos vaya contenido en ese paquete de carne, por ejemplo.
La carne no es toda igual, no es lo mismo carne procedente de un animal alimentado de manera natural que era lo que nos vendían antes, que carne procedente de un animal alimentado a base de productos que pueden incluir tóxicos químicos, transgénicos, etc, por no hablar de que el propio animal ha ingerido a lo largo de toda su vida infinidad de antibióticos y otros medicamentos que luego sencillamente nos comemos pensando que eso alguien lo debe haber tenido en cuenta por nosotros (por ejemplo, sanidad), por lo que podemos ingerirlo sin ningún temor a que contenga sustancias que no debiéramos tomar.

Me gustaría transmitir que no se debe permitir que nadie piense por nosotros mismos, ni dejar que el gobierno, el sistema, las instituciones, etc. decidan lo que debemos o no debemos permitir con nosotros mismos. El hecho de que se venda un producto no significa que no nos haga daño, simplemente significa que mucha gente lo compra gracias a toda la publicidad entre otras cosas y que los ingredientes que contiene ese producto no superan a los límites establecidos como tóxicos por quien quiera que sea el encargado de regularlo (supongo que la agencia de seguridad alimentaria europea).

Ahora hay que puntualizar la trampa que usan las empresas multinacionales para hacer lo que les da la real gana con la población. Por un lado, ¿quién asegura que los límites establecidos están fuera de la presión de los lobbies? Las grandes empresas son los grupos de poder que realmente mueven como marionetas a los presidentes de los estados para hacerse con cada vez más y más dinero. Por tanto, no sería de extrañar que influenciaran la fijación de estos límites de seguridad por arriba de lo seguro, como ocurre en tantos otros temas.
Por otra parte, ya hay productos reconocidos como muy tóxicos o peligrosos incluidos como ingredientes de nuestra alimentación de cada día. El motivo por el que se permiten es porque cada sustancia nueva que se produce como conservantes, colorantes, edulcorantes, etc tiene fijado un límite de concentración que no debe superarse al día y el producto alimentario que los contiene lo vende basándose en que su consumo no superará ese límite. El problema es que evidentemente no sólo consumimos un tipo de producto al día, sino que nuestra alimentación se basa en una variedad de productos que contienen entre todos una cantidad que en muchas ocasiones puede superar ese límite fijado que no habría de superarse.
Vamos, que nos engañan como quieren aprovechándose de que la gente sólo tiene tiempo de trabajar sin descanso para poder llegar a fin de mes y en su mente no hay lugar para hacerse otras preguntas.

Aprovecho para aclarar que las bebidas o comidas  light no creo que sean en absoluto aconsejables, ya que generalmente para evitar el azúcar que tanto miedo le da a la gente por cuestión de engordar lo que hacen es sustituirlo por otros edulcorantes artificiales que son perjudiciales para la salud.
El azúcar refinado no es bueno, pero al menos ese lo puedes quemar, y no estoy muy segura de si pueda suceder lo mismo con esos otros edulcorantes cuyo perjuicio ha sido demostrado.

Además de comprar productos ecológicos, que en mi opinión siguen siendo demasiado caros como para poder sustituir la compra habitual en su totalidad, no encuentro más opciones que la autosuficiencia como único mecanismo de asegurar que lo que como o uso como cosmética es lo más saludable posible.


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