sábado, 8 de enero de 2022

La flor de la vida. Integración

https://youtu.be/iEifvAZ3V2s 

Todo lo que nos rodea es un reflejo de nosotros mismos. 

La naturaleza nos hace ver cómo todo se genera y se mueve y se expande desde su centro.

El toroide también. Es importante estar en nuestro centro para tomar decisiones acertadas.

Si nos posicionamos en el centro de mi vida y empiezo a ver cómo todo lo que me rodea es un reflejo de mi, lo que hago es abrir una puerta a mi evolución. Esto se debe a que valido a todo lo que existe porque es un pedacito de mi y no expulso, sino que reconozco que todo lo que existe tiene una función, así valido cada parte de mi.

Todo lo que no nos gusta (personas, cosas, etc) lo queremos expulsar, sacar de mi universo, pero si empiezo a reconocerlas como que están hablando de mi. Es decir, si me encuentro con una persona que me está enfadando, es porque hay un mensaje para mi, me está hablando de mi. Todo aquello que no podemos ver por nosotros mismos de otra forma, nos lo pone delante para que podamos verlo, integrarlo y poder seguir evolucionando. Debemos preguntarnos qué tiene que ver esto conmigo, en el momento en que lo encuentro (lo reconozco en mi), esa situación se desenchufa. La supervivencia trata de expulsarla, pero si realmente lo busco y lo reconozco en mi es lo que me permite salir del modo de estancamiento. También es una forma de aceptarme, perdonarme y amarme tal y como soy.

La puerta que se abre al campo de las infinitas posibilidades es algo que podemos ver y así puedo disponer de toda esa información para poder crear mi propia realidad. Al expulsar, menos riqueza tengo para elegir poder añadir eso a mi vida.

Así puedo realmente disfrutar de la vida y me uno a la vida, despierto a ella porque empiezo a utilizar todos los recursos que me ofrece.

Nos aferramos a una identidad. La vida consta de utilizar la información que me sirve y en el momento en el que no me sirve, coger otra información, dejar esa identidad. Así puedo crear, vivir y experimentar lo que quiero. Dejar el instinto de supervivencia sólo para estados excepcionales.

De esta forma aporto al mundo y a la existencia crecimiento. Esa diversidad puede crecer, expandirse y servir a otros.


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