miércoles, 22 de diciembre de 2021

Campos mórficos

 Rupert Sherdrake escribió varios libros relacionados con los campos mórficos.

El espejismo de la ciencia es el título de uno de ellos: en él destruye 10 dogmas científicos que considera que ha frenado a la ciencia actual.

En el siglo XV en la Edad Media el mundo sigue siendo vitalista, era un cristianismo místico. El hombre se relacionaba con la naturaleza, le realizaba ritos, viajaba a zonas energéticas, etc. El hombre, los animales y las plantas tenían alma.

En un momento, el universo comienza a ser considerado como algo que no tiene vida. Los animales, el hombre y las plantas deja de tener alma. El paradigma reduccionista-mecanicista considera que hay leyes eternas inmutables. Si los cinco sentidos fallaban, los enunciados de la ciencia debían ser matemáticos. La ciencia, a través de la razón y la lógica se describe la realidad. El átomo pasa a ser la realidad fundamental de la materia y los físicos trataban de entender cómo interaccionaban entre ellos. Se trataba de naturaleza muerta.

Paradigma newtoniano-cartesiano.

La nueva ciencia se denomina paradigma holista u orgánico y tiene su eclosión en los 60 y el científico nombrado al inicio de este texto. Reemplaza a la mirada del universo que no tiene propósito ni sentido. 

Einstein y demás científicos hacían largas reuniones discutiendo sobre física cuántica se dieron cuenta, tal y como escribían en los diarios, de que no estaban seguros ni de por dónde pisaban porque se habían dado cuenta de todo el paradigma. Empezaron a reemplazar la idea del átomo como base de la realidad por que lo último, lo sólido es vacío e información. 

Darwin tardó en publicar su libro el Origen de las especies porque lo que devuelve el poder a la naturaleza, ya no está en un dios creador. No se la juega porque no habla del propósito sino de una fuerza ciega.

¿Cómo es posible que una lagartija que pierde su cola vuelva a regenerarla con la forma característica de su especie? Cuando se quema una hoja la energía y la materia se conservan, pero no la forma. 

La teoría de los campos mórficos o morfogenéticos viene a decir que el ADN por sí solo no es capaz de explicar la forma que toman los seres vivos. Ha de haber algo fuera, fuera del tiempo y del espacio, que es un campo que está dando la información para que se pueda dar la forma concreta de un ser vivo. Este campo es también el que permite explicar que un tejido pueda sanar con la forma que le corresponde o que se pueda aprender por parte de unos pájaros de una especie lo que aprendieron a hacer unos cuantos de ésta en lugares no conectados entre sí.



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