En la agricultura ecológica se logra mantener el equilibrio de nutrientes que las plantas necesitan y así se permite que éstas crezcan más saludables y por tanto nos aporten más beneficios al ingerirlas. Además evitamos ingerir productos tóxicos de insecticidas y beneficiamos la diversidad ecológica. La contaminación que se produce por el uso de insecticidas sintéticos para matar plagas no existe en la agricultura ecológica y así no contaminamos ríos subterráneos.
En definitiva, todo son ventajas en la agricultura ecológica, ya que, además, si nos fabricamos nosotros mismos los compuestos que necesitamos para ahuyentar insectos y para abonar a las plantas, no necesitamos gastar dinero.
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