sábado, 11 de febrero de 2017

Efectos de los campos electromagnéticos de altas frecuencias, como los de móvil, WIFI, antenas de telefonía, etc

Para hacer un trabajo sobre los efectos sobre la salud de los efectos biológicos, me he basado en un extracto de un libro llamado La enfermedad silenciada, de Raúl de la Rosa. Antes de ello, he buscado en internet algún texto en español sencillo de entender que resumiera la información y con lo que me he encontrado es con muchas páginas web que intentan ocultar la gravedad de la situación. Ha llegado un momento en que he despertado ante tanta corrupción por parte de los que nos gobiernan y la verdad es que me cansa ver cómo es tan difícil llegar a información verídica para una persona corriente, no acostumbrada a investigar.

Ya investigué hace tiempo y me quedó claro que la radiación de los WIFI, teléfonos móviles y demás no es algo cuyos efectos perjudiciales debieran cuestionarse o negarse, tal como se pretende desde la industria de telefonía móvil y de todas sus redes (gobiernos vendidos, entre otros).

Aquí va un resumen en español del libro citado, para por lo menos dar voz a una realidad que merece ser contada y escuchada.



Desde hace muchos años, hay miles de investigaciones de laboratorio y estudios epidemiológicos  que demuestran los efectos nocivos de la radiación electromagnética (es decir, de los sistemas inalámbricos, que funcionan por ondas).
Entre las conclusiones del Informe BioInitiative en 2007 destaca la de que “los límites de seguridad pública son completamente inadecuados para proteger a la población y que los actuales estándares públicos de seguridad que limitan estos niveles de radiación en casi todos los países del mundo deben ser miles de veces más bajos”. El informe recoge estudios que muestran evidencia de muchos efectos y riesgos de los campos electromagnéticos:

  • Cáncer infantil (leucemia).
  • Efectos genéticos y proteínicos.
  • Efectos genotóxicos. Daños en el ADN.
  • Inducción de respuestas de estrés.
  • Efectos en la función inmunológica.
  • Efectos en el comportamiento y la neurología.
  • Alteración en la producción de melatonina.
  • Enfermedad de Alzheimer.
  • Cáncer de mama.

Antes de que apareciera la telefonía móvil ya había un amplio bagaje de investigaciones científicas sobre microondas similares a los emitidos por antenas de telefonía móvil, en las que se evidencia que la población expuesta de forma continuada tiene un mayor riesgo de padecer determinados trastornos: abortos, daños en el ADN, cambios en la actividad eléctrica del cerebro, en la presión sanguínea, descenso de los niveles de melatonina, depresiones, insomnio, dolores de cabeza, síndrome de fatiga crónica, afección del sistema inmunológico, cáncer, tumores cerebrales y leucemia infantil.


Efectos sobre el sistema inmunológico

Existen distintas investigaciones in vitro y con animales que sustentan la tesis de que la exposición a radiofrecuencias tiene un efecto cancerígeno. Dicho efecto puede ser “como iniciadores o carcinógenos o como promotores de una trasformación maligna”.

  Szmigielski, investigador antes citado, en 1988 consiguió relacionar ciertas densidades de potencia con efectos concretos:
  • Alteraciones en el número de linfocitos y de granulocitos.
  • Alteraciones en el nivel de anticuerpos y modificación de la actividad macrófaga.
  • Efectos en el nivel de anticuerpos y en el número de granulocitos.
Varios estudios encontraron un aumento de roturas en simples y dobles enlaces del ADN de ratas sometidas a esa misma frecuencia. También, los campos electromagnéticos pueden potenciar el efecto de carcinogénesis, ya establecido previamente, actuando por otras vías que no son, necesariamente, el daño directo en el ADN”.
En general, se produce un debilitamiento del sistema inmunitario ante la exposición a microondas de telefonía digital.

Efectos sobre la permeabilidad de la barrera hematoencefálica

La barrera hematoencefálica  protege y es fundamental en el mantenimiento de la homeostasis de las neuronas y las células gliales y en el bloqueo del acceso de sustancias tóxicas tanto las externas como las internas. Debido a la radiación electromagnética, se produce la alteración de la permeabilidad de la membrana hematoencefálica.
La telefonía celular es sospechosa de estar relacionada e incluso ser la causa de enfermedades degenerativas como Alzheimer y esclerosis múltiple.

Esto colleva que al debilitarse la barrera de la permeabilidad cerebral, el cerebro queda sin defensas frente al escape y entrada de virus, impurezas de la sangre y aditivos alimentarios. La glucosa de la sangre penetra en el cerebro y destruye neuronas. Es sabido que las proteínas en el cerebro pueden provocar las enfermedades de Alzheimer y Parkinson.
El paso de sustancias tóxicas al cerebro favorece además los daños en las áreas del cerebro especializadas en la memoria, el aprendizaje y el movimiento.


Alteraciones genéticas y reproducción

Las microondas provocan alteraciones en la información genética: modificaciones genéticas y malformaciones.

Las ondas wifi del portátil reducen la motilidad de los espermatozoides; es decir, su capacidad para desplazarse de manera espontánea.También se ha comprobado un aumento de la fragmentación del ADN y, por tanto, una alteración del código genético, que también puede conllevar una disminución de la fertilidad.


Trastornos neuronales y nerviosos

Existe una gran cantidad de investigaciones relacionadas con trastornos neuronales y nerviosos, producidos por radiofrecuencias de telefonía móvil.

A este respecto el doctor Neil Cherry aseguró en febrero del año 2000 que: “Ya que nuestro cerebro detecta y usa señales de muy baja frecuencia como las ondas o resonancias de Schumann que tienen una intensidad media de aproximadamente 0,0000001 μW/cm2 (0,1 picoW/cm2) no es sorprendente que con exposiciones que son millones de veces superiores, exista un mayor daño cerebral y un aumento del riesgo de tumor cerebral como respuesta a la dosis. Esta forma de desarrollo es indicativo de causa y efecto”.

Efectos sobre la melatonina

La glándula pineal es la encargada de elaborar la melatonina en ausencia de luz.
Por la noche, la glándula pineal segrega, en condiciones normales, la cantidad de melatonina necesaria para mantener el equilibrio del organismo.
La exposición a campos electromagnéticos reduce la producción de melatonina y, por tanto, la capacidad de respuesta del sistema inmunológico. Si la persona está sometida a campos eléctricos y/o magnéticos, la producción de esta hormona queda por debajo de sus valores normales. Los campos electromagnéticos artificiales tienen el mismo efecto en la glándula pineal que la luz, impidiendo de este modo el proceso regenerador nocturno.
  Según Wilson, esta alteración del ciclo de la melatonina provoca depresión y fatiga, disminución de la capacidad del sistema inmunológico, insomnio, depresiones, cambios de comportamiento y humor.


La disminución de la melatonina aumenta el riesgo de padecer cáncer. De hecho, la melatonina frena el crecimiento de células tumorales en la glándula mamaria. La disminución de la secreción nocturna de esta importante hormona favorece la acción nefasta de los radicales libres y la aparición de tumores, probablemente debido a una menor actividad del gen antitumoral. Una reducción en la tasa de la hormona melatonina eleva la tasa de estrógenos circulantes en el organismo, favoreciendo las proliferaciones de tumores estrógeno-dependientes, tal como es el caso del cáncer de mama de células tumorales con receptores para el estrógeno.

También se relacionan los niveles bajos de melatonina con la depresión, pues la disminución de esta hormona puede provocar una respuesta de compensación que conlleve, asimismo, un descenso de serotonina, aumentando el riesgo de padecer depresión.



Fuente: 
Extraído del libro:
 
"La enfermedad silenciada"
Raúl de la Rosa
Responsable de Contaminación electromagnética
Fundación Vivo Sano

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