sábado, 9 de abril de 2016

Método Bates: cómo recuperar la vista

En las gafas que nos gradúan nos buscan el centro óptico, que coincide con la posición de las pupilas, de manera que por donde mejor vemos es por el centro del cristal.
Los ojos necesitan luz, si me pongo gafas de sol, los ojos no reciben la señal de que hay que contraer las pupilas. De esta manera, se acostumbra a que el músculo responsable de que la pupila se contraiga o no, con lo que al quitarme las gafas de sol me doy cuenta de que cada vez me he hecho más dependientes de esas gafas. Las gafas de sol están bien cuando el sol puede dañar, es decir, en la nieve, al navegar en el mar, en la arena del desierto.

La entrada de luz es muy importante para la vida.
Es importante lograr que los músculos de los ojos estén flexibles.

Cuando vamos a medir la visión, ¿estamos relajados? Hay muchos factores que hacen que, según el momento del día, la graduación que midan es diferente. La visión cambia a lo largo del día.

Por eso es bueno quitarse las gafas. Hay que escuchar a los ojos e ir a la causa.
Hay que salir de la zona de confort de las gafas.
La visión imperfecta causa frustación. Las emociones que implican una visión borrosa quedan atrapadas. Si me quito las gafas el torrente de emociones vuelven, así que me las pongo y les pongo una llave a las emociones, las tapo.

El doctor William Bates era un oftalmólogo tradicional que se dio cuenta de que no solucionaba el problema con las técnicas que aplicaba. Empezó a investigar los ojos de personas y animales y sacó varias conclusiones que le llevaron a ser despedido del máster que impartía.
Después abrió su propia clínica. Hay una causa común: la tensión mental. Los ojos estaban relacionados con la mente. Una mente relajada son unos ojos relajados y unos ojos relajados ven bien. El esfuerzo aplicado a los sentidos empeora el sentido. Cuando queremos ver algo y no lo vemos, lo que hacemos en entrecerrar los ojos para enfocar mejor, pero eso a la larga es peor porque supone un esfuerzo.
Los músculos reciben todas nuestras preocupaciones, tensiones, etc.

El ojo tiene 6 músculos por fuera: músculo recto inferior y superior (para mirar arriba y abajo), músculo recto lateral y medial y músculo oblicuo superior e inferior. Todos van hacia atrás.
Hay un músculo que no depende de la voluntad, sino que se contrae o no en función de la tensión. Si se aprieta de manera involuntaria, el globo se deforma. Si se deforma 1mm, equivale a 3 dioptrías. Si los oblicuos aprietan, el globo ocular se hace más largo y ello provoca miopía. La imagen en lugar de llegar a la retina se queda en otra zona.
Si los rectos se contraen, se hace más corto y el punto focal se sitúa detrás de la retina.
La imagen ha de llegar a la retina.
Lo que hay que hacer es relajar los músculos de los ojos para que vean mejor.
Por dentro el ojo tiene más músculos, son 2 músculos, que son el iris y el músculo ciliar.
La luz entra y atraviesa el ojo por la córnea (transparente).

El iris cuando se contrae la pupila se hace más pequeña.
El ojo tiene 2 lentes, la córnea y el cristalino. El músculo ciliar rodea al cristalino que puede engordar o aplanarse. Al contraerse, se abomba para ver de cerca. Al relajarse, se aplana para ver de lejos.

Los músculos de la mandíbula y del cuello están muy relacionados con los ojos, por lo que también han de estar relajados.
Hay que cerrar los ojos de vez en cuando. Hay unos pigmentos que sólo se regeneran con la oscuridad (rodopsina y otros), por lo que es necesario parpadear.
 
Estar sin gafas cuando pueda. Cerrar los ojos, parpadear.
Después de unos sencillos trucos, el público dice ver mejor. Luego, tras un ejercicio que consiste en botar la pelota, las personas dicen que ha ido mejor.
Salir fuera, hacer ejercicios, moverte mientras miras es importante.
El centro de la retina es la mácula cuyo centro es fóvea. La retina está hecha de células nerviosas que transforman la luz que llega en impulso nervioso que llega al cerebro y allí se interpreta lo que hemos visto. El punto en el que veo más diferenciado es lo que estoy mirando, porque en el centro de la visión están los conos, que nos dan la visión nítida. Los bastones nos dan la visión de la periferia.
Si miramos el ojo derecho de un compañero y luego el ojo izquierdo y voy pasando de uno a otro. Me paro en uno de los ojos y me doy cuenta de que estoy poniendo mis fóveas para ver ese ojo en concreto. Es decir, es importante saber que quiero ver por ese punto central, por la fóvea.
Cuando miramos a algo, el ojo estará más tranquilo si sé que no puedo ver todo a la vez igual de bien (es decir, por ejemplo una cara entera). Hay que mover los ojos para ver.
La periferia siempre se ve peor. Cuando miro algo, no lo tengo que mirar todo a la vez.
El ojo sólo puede ver un punto a la vez igual de bien. El ojo de forma natural se mueve 60 veces por segundo porque son muchos píxeles. En un ojo miope o hipermétrope se mueve menos. Una manera de lograr moverlo más es buscar diferencias de una parte a otra. Así me voy a buscar detalles. El ojo sólo puede ver una cosa a la vez, por lo que hay que moverlos pero de forma relajada.
De forma natural, puedo hacer que vean mis ojos mejor: puedo mirar a lo lejos, pero el ojo necesita un anclaje donde pararse, parpadear, parar de mirar todo el rato el ordenador, bostezar, palming (poner las palmas de las manos sobre los ojos), palming, la postura buena permite que le llegue la sangre a los ojos para nutrirlos.
La nariz va a ser nuestro timón, es decir, a donde quiero mirar dirijo la nariz.

Para la presbicia, se puede coger una foto o un libro y alejarlo y acercarlo al centro de la cara al ojo 4 o 5 veces. No es importante leerlo sino sólo mirar, sin intención de enfocar. Después cierro los ojos para descansar. Un ojo cada vez. Esto puede hacerse unas cuantas veces al día. Hay que respirar. No hay que poner esfuerzo en que se aclare, se va a aclarar todo.
No se trata de hacer, se trata de no hacer, de no interferir en los ojos.
Hemos de intentar utilizar la visión global, es decir, tenemos sobreforzada la visión central, con lo que esa se agota y la visión periférica de no usarla se atrofia.
Por la noche, todo se ve peor porque por la noche la pupila se abre y entonces se ve peor.
La visión depende del interés y de la atención en los detalles para que el ojo se estimule.
Las manchitas que se ven pueden ser densidades del vítreo y se van cuando nos olvidamos de ellas.
Hay que intentar estar con la máxima luz posible para leer.
Las gafas reticulares sirven para salir del paso sin que se acostumbre la graduación. Los rayos de luz van directos a la fóvea. No hay que forzar el ceño porque es un síntoma de que estamos forzando.












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