Este libro consiste en un cambio de percepción. Es muy importante que repasemos de forma detallada las primeras lecciones. No hemos de creer lo que dice el libro, sólo ponerlo en práctica. Hay que ir a la gimnasia mental de cuestionarnos nuestros valores y nuestras creencias. Siempre estamos juzgando.
Nos enseña que hemos de aprender a trascender (cambiar) los conceptos.
La filosofía vaita tiene que ver con la no dualidad, es decir, la enseñanza de que todo está unido. Nuestros cuerpos están separados pero todo está unido.
Si realmente lo que vemos no nos gusta, el primer cambio que hemos de realizar es en nosotros mismos. Es decir, en nosotros mismos, comprendiendo que estamos constantemente interpretando.
¿Qué el conciencia dual? El mundo del ego, la mente errónea, que cree que todo está separado de los demás y que crea el ego, que vive de la separación, del juicio, del miedo, del ego, de la culpabilidad proyectada en los demás pensando que así se libera, cuando en realidad aquello que damos es lo que recibimos.
¿Qué es la conciencia unidad? todo está unido, todo resuena y que la causa está en nosotros. Si aquello que recibimos no nos gusta, he de hacer el cambio en mi interior. Si quiero cambiar el mundo, he de trascender el ego a la percepción inocente (que no juzga). Con la vara que midieres serás medido.
El mundo del ego nos enseña que 2 más 2 son 4. La conciencia unidad te demuestra que existen infinitas posibilidades. Nosotros hemos creados los dos mundos, el bien y el mal. Sólo existe el bien. El mal sólo lo hacen las personas que tienen conductas egoicas, por sentirse separados, desconectados de la fuente.
El infierno, el diablo, es la creencia en la separación, evitar que Dios brille a través de ti.
Los conceptos que necesitamos aclarar son:
DIOS: una inteligencia universal que no juzga, que proyecta en nuestra vida lo que estamos emitiendo. Nosotros sólo tenemos nuestro justo merecido, es decir, la responsabilidad o la causa la tengo yo. Si no estás en paz, necesitas cambiar.
ESPÍRITU SANTO: como una voz que nos ayuda a retornar a casa. Nos hemos proyectado en la dualidad y nos hemos perdido en el sueño. Es esa voz que nos guía hacia nosotros mismos y esa conciencia de unidad.
Cielo e infierno: no son lugares físicos, sino estados mentales.
Milagro: Deshace nuestras creencias, de que estamos separados de los demás. Si en tu día no ocurren varios milagros, es que algo anda mal en tu mente.
Expiación: No es un castigo. Regalo de la Divinidad donde tomas conciencia de que has cometido errores o juicios y de que eso es lo que nos está condenando, así esos juicios se deshacen cuando pides perdón por esa proyección que estamos realizando.
A medida que vas avanzando en la aplicación en tu vida de un Curso de Milagros. No trates de convencer de nada a nadie. No estamos aquí para salvar el mundo, porque no hay ningún mundo que cambiar, todo es información, porque a medida que vamos cambiando nosotros, los demás irán cambiando.
Significa un cambio de paradigma. Ya no miro lo que me hacen, sino que ellos me muestran aquello de lo que yo tengo que tomar conciencia. Por eso mi despertar está tan relacionado con los demás. Yo bendigo todas las situaciones porque me hace falta a mi.
La primera parte es una parte destinada a desaprender todas las formas de ver e interpretar el mundo y eso duele porque son nuestras resistencias a cambiar. La segunda parte es para aprender una nueva forma de interpretar el mundo.
A medida que empezamos a desarrollarnos en la Conciencia Unidad, habrá resistencias mentales. Hasta te puedes llegar a poner enfermo por ello.
¿Todo lo que estoy viendo está en mi? Sí. Es fácil caer en la trampa de juzgar. Si ves una pelea delante de ti, no sabes toda la realidad para saber qué está pasando allí.
El ego se engorda del principio de la escasez, de pensar que si tú tienes, yo no tengo.
El mundo de la percepción es el mundo del tiempo, los comienzos, de los finales, etc. Una vez que caes atrapado en el mundo de la percepción, es difícil salir sin ayuda.
A la única persona que hemos de perdonar es a nosotros mismos, pero en realidad no hay nada que perdonar, sólo cometemos errores. La solución es la expiación.
El cuerpo es un lugar, un vehículo.
¿Tú quieres tener razón o ser feliz? Vigilas tus pensamientos. Si andas preocupados por problemas, busca en tu interior la respuesta para calmarte. El gran secreto del despertar de este sueño es que hay que invertir la causa y efecto y entender que eres tú el que se está haciendo todo a sí mismo.
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